
Y ya sabemos lo que hay allí, ¿no? Y si no, aquí está.
Eso de ahi al lado es el producto de la lluvia, una vista previa en Milán y un buen amigo que oportunamente soltó aquello de "sí, son preciosos", hizo una caída de párpados y activó mi Visa como si de una explosión de feromonas se tratase... Y ahora el recuerdo está en mi armario, envuelto en papel de seda y en una bonita caja violeta, esperando que la primavera sea algo más que una promesa de fin de semana.
Volviendo a Via Condotti, lo que más me gusta de la Roma shoppera es que combina las tiendas más caras con las segundas marcas y las cadenas más asequibles, algo que no hace Milán, donde la división de calles es del palo castas hindúes.
A anotar este año: los bolsos de tricot en Carpisa, la ropa interior en Yamamay (de esa no voy a colgar la foto, lo siento ;-)), los jeans de Trussardi y las cazadoras de L'Altra Moda. Y los carísimos zapatos de Sergio Rossi (a su lado, Prada son casi espardenyes), de esos que sirven para no ir a ninguna parte. Pero si hace falta, que sea a Roma.
Y si no, como dice otro amigo, si has de dar una buena patada a alguien, mejor que sea con unos zapatos caros...
2 comentarios:
Roma y su palíndromo, una combinación gloriosa. Felicidades.
Preciosas! Y en vivo y en directo, más todavía. Son las primeras Prada que toco jejeje
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