15 agosto 2010

Vogue adicta

Lo confieso: soy una Vogue adicta. Y aunque por nada del mundo querría a Anna Wintour como jefa (si realmente es lo que dicen), la suya me parece la edición más lograda de la revista de referencia. Ni la francesa ni la italiana la superan. Ese puntillo de actualidad y de vida social costa-este no la supera nadie.

Mi afición, por eso, ha pasado por etapas. Aprendí francés gracias al Elle cuando aún no se publicaba en España (sí, hablo de la prehistoria y yo era muy pequeña) y he pasado por aquel primer Dunia nunca lo suficientemente ponderado, el Elle español y hasta ojeaba el primer Cosmopolitan de Sara Glattstein y a la vez el Telva de doña Covadonga (eso sí, saltando artículos).

Y de ahí a esta desigual prensa femenina local a la que no le acabo de coger el punto y que me parece muy poco lucida respecto a sus colegas internacionales. Hasta el extremo de que a veces llego a comprar dos veces el mismo mes la misma cabecera.

Así que vuelvo al Harper's Baazar de doña Glenda y a mi Vogue de doña Anna. Y a pensar donde pagó más caro mi nuevo Marc Jacobs ;-)

Por cierto, y aunque ya es un poco tarde, en Madrid, Marques de la Ensenada 2, todo al 50%. Una locura, oiga.

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