Mi orgía madrileña

Todos tenemos pasiones más confesables que otros. Y la mía, a falta de algo físico más apetecible, puede ser sacar a la Visa de paseo hasta agotarla, casi como en una orgía.

Madrid, antes del megapuente de diciembre (y perdón por el retraso).

Se toma desde Gran Via Fuencarral arriba hasta el mercado y se gira a la izquierda, por Augusto Figueroa, hacia el corazón de Chueca. Barrio de juerga y perdición (ahí está La Bardemcilla, La Panza...), de día se convierte en el paraíso del shopping.

Propongo a doña Espe que cambie ese decimonónico nombre de periodista de quien ya nadie se acuerda, por Manolo o Jimmy o algó más apropiado. O incluso por el de calle del Tacón, que hará juego con esa esquina deliciosa también con nombre ilustre: la calle de Válgame Dios.

Entre 12 y 15 tiendas de calzado hay en pocas manzanas, trufadas, eso sí, de conocidas galerías de arte, como es de merecer. Saldos y muestrarios de zapatos patrios, chinos y de algunas marcas reconocidas: Jocomomola, Wonders, Hispanitas... a precios de ocasión. Hay preferencia, cómo no, por la talla 37, pero resulta casi imposible salir sin nada.

Y entre tanto mirar al pie, no perderse un outlet estupendo en la esquina de Válgame Dios, DBA, con ropa de Chloe, Fendi, Alberta Ferreti y el resto del plantel italiano. Nada de etiquetas cutres de D&G cayéndose por la esquina. Aquí hay un nivel que no desmerece en nada el del otro lado de la Castellana. :-)