14 octubre 2005

Rutas por el Este

La República Checa y Eslovaquia tienen un gran encanto, pero desde el punto de vista de las tiendas, pocas cosas se salvan. En mitad de la avalancha de souvenirs cutres, Praga tiene unas marionetas muy divertidas, alguna tienda de chocolate, los posters de Muncha y la ropa cara más cara que en Londres (palabra de checo). Los precios del resto también son similares a los españoles, si no peores.
Como ruta, son tres calles.
El panorama en Bratislava (ciudad adorable, por otra parte) es aún peor. Y con los sueldos por tierra, los eslovacos tienen todas las marcas posibles pero a precios inalcanzables para sus economías. Para nosotros, correcto, pero tampoco son chollos.
Una que recuerda aquella perla del Un, dos, tres de Billy Wilder, quisiera hacerles ver que el capitalismo es algo más que poner un McDonalds en cada esquina. Eso sí, tienen la mejor cerveza de Europa, pero eso ya es otro weblog.

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