Andorra no es, seguramente, el lugar más glamouroso del mundo. Personalmente, no es santo de mi devoción, en absoluto, ni siquiera Caldea, donde la falta de limitación del aforo convierte las piscinas en una sopa de gente. Pero lo único que se puede hacer, y además es comúnmente admitido, es ir de compras.
Con esto hay que irse con cuidado, porque Andorra es el paraíso de las falsificaciones. Hay que buscar bien, e ir con cuatro ojos para encontrar auténticas gangas, no fraudes de esos que salta el cocodrilo del sueter a la mínima.
Una de las gangas reconocidas es Custo, que puede costar entre un 15% y un 20% más barato que en Barcelona. Mi segunda tienda favorita es una que está en Andorra la Vella, en la avinguda meritxell, justo enfrente de unas galerías comerciales con fachadas de madera, y una famosa tienda de quesos. Sé que no es muy preciso, pero se encuentra fácil. Son tres plantas de ropa para hombre y mujer, y tienen todo el catálogo.
Desde allí os podrán indicar dónde está la favorita de verdad, que el Now, que tienen ropa más allá del vaquero.
Otro 'must', que dirían los vogueros, son los grandes almacenes que hay siguiendo desde esa tienda, dirección España, también a mano izquierda. Tienen unas cosas para la casa espectaculares, muchas de ellas francesas.
Y luego, claro, la cosmética, pero mirad precios, que a veces sale mejor el aeropuerto.
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