21 septiembre 2009

Grandes trampas en Las Vegas

Las Vegas es un sitio estupendo a donde habría que ir al menos una vez en la vida. Es tan excesivo, tan imponente y tan profundamente hortera que cuesta mucho encontrar un lugar parecido en la capa de la tierra. Se me ocurre Dubai, pero supongo--me falta el viaje-- que los jeques del desierto no son los estadounidenses ávidos de ganas de juerga y dispuestos a hacer lo que nunca harían en sus lugares de origen porque ya se sabe que "lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas".


Este mismo afan condescendiente se aplica a la gastronomía y a las compras. En la comida porque Las Vegas ha dejado de ser el paraíso de hoteles baratos y bufet libre que era antes. Los hoteles pican y aquí se concentran algunos de los mejores restaurantes del planeta. Gran recuerdo a Charlie Palmer en el Mandalay Bay y su bodega hipertecnificada, algo menos querido pero igualmente sonoro Alain Ducasse, al que solo mi amigo A. pudo poner el glamour necesario en una carta simplificada para garrulillos.

Y en las compras pasa lo mismo. Hay que mezclar el superlujo con la camiseta de lentejuelas. Es el único sitio de la tierra donde he visto vender bolsos de Louis Vuitton en su propia tienda y justo enfrente, en un chiringo que también ocupa espacio y paga impuestos, su imitación más descarada (la prueba, en la foto). Al menos en Bangkok es tan falso el uno como el otro, y además están algo más retirados. En Las Vegas conviven sin ningún pudor. El lugar de semejante atropello es la suntuosa galería comercial del Caesar Palace, un sitio que merece una visita aunque solo sea por admirar los pasillos. Si se mira más allá, DKNY, Armani Exchange, Marc Jacobs (dios, compré un clutch por 45 dólares), Versace, Gucci, Kenneth Cole, Pucci, Kielhs o FAO Schwartz, aparecen entre los conocidos.

El modelo este de mall artificial se reproduce en The Venetian, donde las galerías quieren recrear el azul del cielo veneciano con tubos de neón. Lo cierto es que consiguen un efecto curioso, pero esta Venecia de cartón piedra evidentemente que no engaña a nadie. Del resto, casi cada hotel tiene el suyo, y si se agotan, está el Fashion Show al final del Strip, que ya no es lo que era, pero que sigue dando para un buen rato de llenar bolsas.

1 comentario:

Camila dijo...

Estoy averiguando para ir a distintos destinos ya que me gusta tomarme vacaciones. Es por eso que me encantaría poder conseguir hoteles baratos en alguna ciudad de EEUU ya que me llegaron comentarios muy positivos de ese país