
Así que, libreta en mano, a mi jefe, encima, no se le ocurre nada mejor que enviarme a recorrer escaparates en busca de la ganga. Y a mí no se me ocurre nada mejor que curtirme en las boutiques del lujo más selecto a ver de cuánto era el desastre.
La buena noticia es que son los mejores descuentos: entre el 30% y el 50% en Chanel, Gucci, Yves Saint-Laurent, Loewe o Prada (esta en Madrid). Un 40% en Jofre (con Bottega Venetta, Chloe y Christian Dior en las perchas) y en Armani Collezione, y de un 20% a un 30% en D&G y Dolce & Gabanna, aunque no todo. En Louis Vuitton, no saben lo que es la palabra saldo.
Y la otra mejor noticia es que los precios son comparables al de las mismas tiendas en el resto de Europa. En el Wall Street Journal se entretuvieron el otro día en comparar cuánto costaba un mismo bolso, el Peggy de Gucci (en la foto), en distintas capitales. Estos son los resultados: Roma, Bruselas, París y Frankfurt, 975 euros. Londres, al cambio, 1.040 euros; Hong Kong, 1.072 euros. Nueva York, 1.191 euros (toma, cambio del dólar), y Tokio, 1.310.
El mismo precioso bolso (la correa es de bambú y el interior de piel fina), en Barcelona, 975 euros. Sin rebajas, porque es de nueva temporada.
Así, que después de todo, vivimos en el mejor de los mundos posible ;-)
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